Si bien el Perú se ha establecido como uno de los países con más diversa gastronomía, consideramos que también es importante resaltar sus bebidas. Es así como, inspiradas en la noticia “¿Nos tomamos un café?”, hemos decidido crear un blog que haga referencia a las diversas bebidas que se han consumido en el Perú desde sus inicios hasta la actualidad.
En la época prehispánica, las principales bebidas fueron el masato, el mate de coca, la chicha de jora, la chicha morada, el chapo y el shibé. Estas bebidas fueron las más conocidas en la época incaica por sus valiosos componentes medicinales y de gran importancias en su alimentación. Estos eran líquidos con agua procesada a base de plantas nutriterapéuticas, los cuales se tomaban antes y después de los alimentos y más aun cuando se realizaban trabajos en el campo, cuando se realizaban alguna festividad o para ceremonias religiosas. Todas estas bebidas eran aprovechadas en diferentes maneras como: aperitivo, asentativo, refresco para el calor, digestivo, medicamento para evitar enfermedades (parasitosis)[1].
El Masato oriundo básicamente de Pamplona, Norte de Santander, el cual se encontraba situado en el Tahuantinsuyo. Por ello, el masato fue extendiéndose por todo el Tahuantinsuyo hasta llegar a lo que ahora es Perú, específicamente territorios de la región antisuyana en la Rupa-Rupa y Omagua. Por eso, es llamada bebida ancestral de la selva peruana y de la selva sudamericana. Los incas o nativos de esa época fueron muy creativos y verdaderos artistas en la invención de diferentes preparaciones de alimentos y bebidas que llegaron a realizar procesos de fermentación de la yuca y con el acompañamiento del azúcar, ésta se convierte en alcohol. Se cultivaban más de 30 especies de yuca para preparar dicha bebida. El masato se presenta como una bebida líquida de yuca con presencia de alcohol moderado, de consistencia ligeramente espesa y de color blancuzco- pardo.
El mate de coca es una bebida milenaria, que se prepara a base de la hoja de coca, la cual se remonta a 2000 años antes de Cristo. La hoja de coca es oriunda del Tahuantinsuyo, en territorios como Perú y Bolivia. Los incas tomaban mate de coca para fines medicinales, ya que poseían propiedades terapéuticas como la curación del mal de altura y también funcionaba como bactericida porque evitaba que ingresen al organismo bacterias y virus causantes de enfermedades y la neutralización de un prematuro envejecimiento.
La chicha de jora y la chicha morada son bebidas oriundas del Tahuantinsuyo o de los cuatro suyos, pero no se extendió a la región selvática. Estas bebidas se preparaban principalmente de maíz de jora y maíz morado. Se bebió en lugar del agua cruda, ya que así se evitaba enfermedades transmitidas por el agua. Estas eran las bebidas mas difundidas entre los pobladores del incanato, quienes siempre tomaban chicha después de comer o entre comidas. En quechua, estas bebidas eran conocidas por el nombre de asua, acca o ashua. Los incas solían tomar chicha para empezar cualquier tarea porque ella les daba energía, fortaleza, así como la coca. Por lo tanto, la chicha ya sea de jora o morada era necesaria para resistir los más arduos trabajos. También, la chicha de jora era considerada una bebida sagrada, ya que se tomaba la chicha de jora guardada hasta más de un año, así como los vinos añejos para alguna festividad o ceremonia y se tomaba chicha fresca para las actividades diarias y cotidianas. En los Andes centrales, además de chicha de maíz se hacía chicha de quinua, de ocas, de molle, etc[2]. Se bebía tanta chicha que los cronistas decían que “los indios eran parcos en su comer y abundantes en su beber” (Hurtado 2000: 176).
El chapo y el shibé eran bebidas también oriundas del Tahuantinsuyo. El chapo se hacia y se hace de aguaje, huasaí, sinami y pijuayo. El chapo era importante para la alimentación de los incas, ya que era una bebida nutritiva y medicinal. El shibé es una bebida que se preparaba a base de fariña que es un subproducto que se obtiene de la yuca macerada. Tanto el chapo y el shibé se endulzaban con miel de abeja, que se recolectaba en el monte o la miel provenientes de la caña de maíz o sara[3].
En conclusión, todas estas bebidas tomadas en la época de los incas fueron de gran importancia para el descubrimiento de nuevas propiedades beneficiosas para la salud. Además, es de vital importancia para reconocer y explorar las costumbres indias que se solían realizar antes de la llegada de los españoles como: rituales religiosos, ofrendas y señal de reciprocidad, que se ejecutaban por medio del ofrecimiento de estas bebidas tradicionales.
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